Las Lunas y los Soles de fuego ariano son vibrantes, inquietas y ardientes. Tienen antenas veloces que las conducen primeras a socorrerte, pero también tienen una espada filosa con la que alejarse pronto y dejarte marcada la piel; y es que cuando se sienten en peligro, consideran que la mejor defensa, es un buen ataque. Para atacar rápido, hay que correr y cuando se corre sin mirar a los lados, podemos chocar literal o figurativamente contra alguna pared. La cuestión es que de esto, no salimos ilesos porque no solo se derriba un bloque: nuestra cabeza termina lastimada por un exceso en la velocidad, el impulso y la imprevisión.
Muy posiblemente, durante este tiempo, estaremos asistiendo o estaremos por asistir, a algún tipo de inicio o fin injusto, anticipado, brutal, rápido, intempestivo, lapidario o cruel; todas cualidades que pueden ir por separado o que se configuran en un solo acorde para sentir lo que significa de verdad la palabra "corte" o "punto final". La falta de visión y el exceso de fuerza bruta, son un modo de manifestar un "apagón" de iniciativa para encender un atropello.
El eje Aries/Libra envuelto en un eclipse, nos pondrá en contacto con algún conflicto, urgencia, golpe, nacimiento, enfrentamiento, herida, o en algún evento en el que la sin razón, parezca guiar los actos. Palabras como "nuevo", "ahora", "frontal", "rápido", "crudo" y "ya", serán casi las más utilizadas o las más sentidas a nivel de la experiencia.
Por más que intentemos ser amables y equilibrar la balanza, el tiro se dispara, la cabeza rueda o se pierde y la acción se hace notar. Junto a dicho eclipse, actúan Marte y Saturno que no se muestran afectos a enfrentar las cosas de modo directo y que, acompañados por Mercurio retrógrado, nos llevarán en un futuro no muy lejano, a revisar que cosas estuvieron mal planificadas, mal entendidas y excesivamente basadas en impulsos mal dirigidos. La bronca, la represión, la ceguera, la sordera selectiva, no son buenas compañías para tomar iniciativas duraderas en el tiempo. Piénsalo otra vez!
Es un tiempo para tener cuidado con la información que se maneja, las cosas que se dicen y las discusiones acaloradas. Podemos estar muy equivocados al creer que tenemos todas las cartas en la manga, ya que un eclipse oscurece la consciencia y nos obliga a ir a la raíz de cualquier acción. Que nos motiva a ser tan duros? o, por el contrario, que motiva al otro para ser tan duro conmigo?
Mirar hacia atrás no es una cualidad ariana, pero este oscurecimiento que se produce por la unión del Sol, la Luna y el Nodo, obligará, por la medida del daño, a evaluar con más detenimiento que es esto de querer incendiarlo todo en lugar de hacer una evaluación más lógica de las decisiones que debemos tomar para avanzar. No se trata de comprenderlo todo, pero tampoco se trata de romperlo todo para volver a empezar.
En general, se notará la falta de recursos librianos, es decir que no podremos apelar facilmente a la ecuanimidad, a la comunicación, a la integración entre tú y yo y a la balanza que mide las acciones justas, buenas y equidistantes. La acentuación de Aries eclipsado, se manifestará con una gran invasividad al actuar sobre el espacio del otro. Desde intervenciones lapidarias, discusiones, urgencias, flatas de consideración y todo lo que pueda provocar una acción desbocada y desigual.
Temas relativos a la guerra, disputas, falta de equilibrio y rupturas con los demás, generará dolor, dañará y hará ruido.
Pero al final, más allá del 20 de abril, tendremos los restos de las dos lunaciones eclipsadas y un panorama nuevo para dar "reset" a la vida. Hay viejas actitudes, personas, relaciones o palabras que no dan para más en el estado actual de cosas. Es bueno ahora sí, apelar a una evaluación exhaustiva bajo una mente más clara.
Las personas que se mantienen alerta a sus impulsos y los revisan, pueden acompañar un período que finaliza, teniendo consciencia de que dicho fin, es lo mejor. Tras este fin, hay una nueva etapa a la que hay que condimentar con el diálogo y la igualdad. Si solo nos dejamos cegar por la ira, será poco probable que rescatemos algo de los escombros. En cambio si calmamos la furia que yace bajo nuestros instintos, lo que surge como nuevo, puede ser potente, fuerte, original, impetuoso, agresivo para afirmarse pero nunca dañino.
Gran período para preguntarse que sentido tiene la agresividad, el egoísmo y ganar el primer lugar si con eso perdemos a aquel a quien mostrarle nuestro trofeo.
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