Por qué sentimos que fallamos: la culpa de no encajar en ficciones
- Gabriela Borraccetti

- 20 jul
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 21 jul
Vivimos rodeados de ficciones.Las vemos desfilar frente a nosotros todos los días: la pareja perfecta, la madre abnegada y feliz, el emprendedor exitoso, el cuerpo ideal, la vida soñada. Son imágenes editadas, curadas, filtradas. Y sin embargo, las consumimos como si fueran la realidad.
Nos alimentamos de esas mentiras y, al compararlas con lo que somos, nos sentimos fallados. Nos culpamos por no lograr lo que se supone que deberíamos lograr, por no sentir lo que se supone que deberíamos sentir. Nos duele no encajar en un molde imposible… sin darnos cuenta de que ese molde no es humano.
🌱 Ansiedad, tristeza, vacío: síntomas de una cultura enferma
Las emociones que hoy te pesan no son simplemente un problema «tuyo».Sentir ansiedad cuando la vida no te da espacios para detenerte es lógico.Sentir tristeza cuando la felicidad se presenta como obligación es inevitable.Sentirse vacío cuando todo lo que te ofrecen es consumo y validación externa es comprensible.
✍️ No es que estés roto: es que algo en vos sigue vivo, y por eso duele. Esa herida que se abre frente a la mentira de las imágenes perfectas es el recordatorio de que todavía no te rendiste del todo a la ficción. Todavía buscás algo real.
🌱 Compararse con ilusiones es traicionarse
Las ficciones son tan seductoras porque están diseñadas para serlo.Pero vos no podés compararte con un filtro.Tu dolor es real. Tu alegría también lo es. Y

ninguna de ellas necesita ser perfecta, ni fotogénica, ni vendible.
✍️ La comparación es la trampa perfecta: no solo te hace sentir menos, sino que te aleja de lo que verdaderamente importa para vos. En vez de preguntarte qué deseás, te preguntás qué esperan los demás. En vez de descubrir tu propia voz, intentás sonar como las voces que venden felicidad.
✍️ Por eso, el primer gesto de cuidado es dejar de nutrirte de ficciones. No porque sean malas por sí mismas, sino porque, si no las cuestionás, se convierten en la única materia prima con la que intentás construir tu vida. Y ninguna vida se puede sostener solo con filtros.
🌱 Aliviar la culpa: dejar de pedirte lo imposible
No estás fallando por sentir.No estás fallando por no estar siempre bien.No estás fallando por no parecerte a los demás.
Las ficciones sociales son justamente eso: ficciones. Nadie las habita realmente, aunque las muestren.Tu malestar, en cambio, es humano. Es señal de que algo en vos todavía resiste a la mentira, todavía busca algo verdadero.Y eso es valioso.
✍️ La culpa solo es posible cuando creemos que hay algo que deberíamos estar haciendo mejor. Pero, ¿mejor según quién? ¿Para quién? La pregunta que te libera no es “cómo encajo mejor”, sino “qué quiero cuidar en mí”. Esa pregunta abre un camino diferente: uno más lento, más incierto, pero más humano.
🌱 Por dónde empezar
No hay fórmulas mágicas para salir de este círculo, porque el dolor humano no es un error a corregir, sino una verdad a cuidar.Pero podés empezar por gestos pequeños y radicales:
— Cuidar qué imágenes consumís cada día, como quien cuida qué alimento lleva a la boca.— Darte permiso para no hacer nada perfecto.— Recordar que no sos un producto para exhibir, sino una persona para habitar.— Elegir un espacio de acompañamiento que no te prometa “arreglarte”, sino sostener tu búsqueda.
🌱 Preguntas para empezar a despertar (mini testeo)
A veces basta un momento de consciencia para empezar a cambiar la dirección.Estas preguntas no son para juzgarte, sino para abrir una grieta por donde entre la verdad:
¿Creés en todo lo que ves en las redes?
¿Creés, de verdad, que el resto del mundo es más feliz que vos?
¿Creés que todas las caras de felicidad fueron fotografiadas en momentos de verdadera felicidad?
¿Las fotos en las que vos mismo sonreís las sacaste todas estando feliz?
Si a esta última pregunta respondés que no… entonces ya hay algo en vos que lo sabe: esa verdad que duerme en tu corazón todavía está ahí, esperando ser dicha, aunque todavía no sepas cómo. Un pequeño rayo de consciencia puede ayudarte a iluminarla y empezar a vivir desde otro lugar.
✍️ Quizá la verdadera revolución sea esa: negarse a encajar en lo que no es humano y volver a preguntarse qué sentido tiene para vos vivir tu propia vida.



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