Mercurio retrógrado en Leo 2025
- Gabriela Borraccetti
- 28 jun
- 3 Min. de lectura
El 28 de junio Mercurio entró en su período de sombra, anticipando la retrogradación que comenzará el 17 de julio y se extenderá hasta el 11 de agosto de 2025. Recién el 28 de agosto saldrá de esta zona de revisión.

En la mitología, Hermes —Mercurio para los romanos— es mucho más que un dios de la mensajería. Es un psicopompos: guía las almas entre mundos. Puede ir al Olimpo, caminar la tierra o bajar al Hades. Es un intermediario entre planos. Cuando retrograda, no deja de actuar, sino que lo hace desde el revés del tejido. Aparece donde no lo esperábamos, nos confronta con mensajes que no vimos venir y nos hace escuchar lo que normalmente eludimos.
Con Mercurio retrogradando en Leo, la pregunta se vuelve existencial:
¿en torno a qué gira mi pensamiento?
¿Es auténtico el centro desde el cual elaboro mi visión del mundo? Leo representa el yo solar, la expresión dramática, el deseo consciente. Pero también puede tornarse egocentrismo, exceso de performance o apego a una identidad rígida. Este tránsito nos empuja a revisar esas construcciones: no para derrumbarlas necesariamente, sino para ver si todavía tienen sentido.
Como se puede manifestar y que podrías aprender:
Se rompe algo que te hace sentir acompañado.Desde el celular hasta los auriculares, pasando por la cafetera o el televisor. Mercurio parece decir: ¿qué hacías con esto? ¿De verdad te sostenía… o sólo te distraía?
Tenés que reparar el lugar donde vivís.Un caño pierde, una persiana se traba, la luz parpadea. El hogar —ese “refugio de la mente”— muestra sus fallas para que las veas. A veces, también, para que dejes de postergarte.
Se ralentiza un vínculo que mantenías solo por hábito.Un mensaje que no llega, una respuesta que se dilata. Mercurio no solo retrasa la tecnología: a veces te deja en visto para que revises por qué seguías hablando.
Tenés que volver a algo que ya habías dado por cerrado.Un trámite, un diálogo, una elección. Mercurio retrógrado te hace volver no por crueldad, sino porque ahí quedó algo sin integrar.
Perdés algo que usabas todo el tiempo.Las llaves, una app, una carpeta, un contacto. Y en esa pérdida —mínima, pero irritante— se abre la posibilidad de pensar qué estabas haciendo en automático.
Se corta internet justo cuando ibas a llenar el vacío.La interrupción no es castigo: es pausa. Y en el silencio, algo de vos —quizás olvidado— vuelve a pedir presencia.
Alguien del pasado aparece para "reparar".Un mensaje que no esperabas, una frase pendiente, un reencuentro que desacomoda. No para revivir, sino para resignificar.
Revisás cómo te estás comunicando.Te das cuenta de que no dijiste lo que realmente querías. O que estabas hablando desde el miedo. Mercurio retrógrado te muestra el guion.
Te interrumpen justo cuando ibas a apurarte.La demora en medio del apuro funciona como espejo: ¿a qué ritmo estás viviendo? ¿Qué estás queriendo evitar sintiendo?
Algo se rompe y, en lugar de arreglarlo, lo soltás.No todo lo que se rompe necesita reparación. A veces, Mercurio viene a ayudarte a ver que sostener ciertos objetos —o vínculos— cuesta más que soltarlos
Mercurio en Leo corta el foco para que lo reubiquemos. Nos descentra para que busquemos un nuevo eje. No hay que correr a reparar todo con apuro, sino aprovechar ese descentramiento para observar qué se había vuelto automático o falso. Y como buen psicopompos, Mercurio retro invita a preguntarse:
¿quién guía mi pensamiento?
¿Quién le da dirección a mis ideas, a mis palabras, a mis elecciones?
¿Qué es eso que amo y que da sentido al camino que estoy transitando?
Sé jugar y tomarme seriamente?
Tengo felicidad en mis definiciones de lo que es amar, crear, vivir y disfrutar?
Si en este momento algo se rompe y te amargas, vendría bien pensar en por qué pongo en el centro de mi vida algo que no es central. Las definiciones de quienes somos, de nuestra identidad, de lo importante, lo nuclear y lo central, necesitan comprobarse vía ensayo error. Y vaya que el error, puede aparecer en formas inesperadas!
Este tránsito no se trata solo de evitar errores o revisar correos. Es un llamado a repensar el sentido del trayecto. A veces la falla es el mensaje. Y el mensaje es claro: si lo que antes nos movía ya no vibra con lo que somos, es hora de reconfigurar el mapa. No para actuar más, sino para vivir más cerca del corazón de lo que importa.
🔗 Si te sentís reflejado en este texto y estás buscando un espacio de acompañamiento emocional, podés conocer mi propuesta de terapia online
¡Gracias, gracias, gracias, Gabriela!!! Este Mergurio retrógrado ya lo estoy viviendo desde hace 10 días. Tremendo!!
Situaciones que vuelven... y me.obliga a revisar mi actitud y respuesta.
Mucho para trabajar profundamente. Y muy duro.
Abrazo inmenso.