En los Signos fijos, se ha formado una configuración tensa entre dos principios femeninos y uno masculino.
Es un momento en el que quizá nos sintamos incómodos, enojados y hasta mal tratados en el hogar, en la pareja, en una sociedad, o en cualquier tipo de vínculo que involucre a dos o más personas.
Puede existir también una dicotomía entre el "amor tranquilo" y el "amor erótico", que se puede manifestar en una competencia para ver quien es más digno de atención.
Si hemos crecido en un hogar donde un tercero hacía de "distractor" de uno de los padres, si tememos a la infidelidad o nos metemos en triángulos, necesitamos averiguar que es lo que ha quedado sin resolver para que repitamos patrones de "luchar" por el amor.
No podemos reparar una vieja herida replicándola en la actualidad y queriendo sanarla si esta vez (y por enésima vez), intentamos ganar esa pretérita batalla.
Una relación, una sociedad no es para competir. Competiciones se dan en el deporte o en sitios en donde es necesario "llegar primero". Pero el amor, el hogar, la seguridad, no es una carrera. Recuerda esto y en vez de pelear, sigue tu camino.
Gracias, Gaby.